¿Quién ganará: dinero en efectivo o tarjetas?

Por Cira Rodriguez César

La Habana, 7 nov (PL) Todo parece indicar que algunos países están en camino de erradicar el dinero en efectivo, afirmación que conmueve a quienes están formados a la antigua y les parece más expedito entregar un papel o un metal.
Sin embargo, otros son los vientos que soplan en el mundo de las finanzas, y no desde hace poco.
En Holanda, por ejemplo, los billetes ya perdieron todo tratamiento de realeza, al punto de que en algunos comercios no los aceptan como medio de pago.
Desde grandes cadenas de supermercados hasta pequeñas panaderías adoptaron en esa nación europea las tarjetas de débito como única manera de pagar. Incluso, allí los expertos consideran que eliminar el uso de billetes es más seguro y limpio.
El asesor de políticas públicas en el Banco Central de Holanda, Michel van Doeveren, señala que el dinero en efectivo es un dinosaurio, pero todavía va a seguir funcionando.
Para van Doeveren el problema con el efectivo se debe más a la logística que implica su uso, por lo que se convierte en un mecanismo más costoso comparado con el electrónico.
La primera vez que las tarjetas desplazaron a los billetes en los supermercados de Holanda fue en 2015, cuando el 50 por ciento de las transacciones se realizaron con medios electrónicos, mientras que el 49,5 por ciento se hicieron en efectivo, y 0,5 por ciento en tarjetas de crédito.
Detrás de este crecimiento estuvo una coalición formada por bancos y comerciantes, que tiene como objetivo para 2018 hacer que los pagos electrónicos alcancen 60 por ciento, y el efectivo sea 40 por ciento.
Pero el problema no solo apunta a Holanda, sino a Suecia, donde el presidente de Tomer (asociación de pequeños comerciantes), Guido Carinci, señala que es un problema muy grande, pues para los pequeños comercios es muy costoso tener efectivo en los bancos.
Algunas culturas son muy renuentes a renunciar al dinero en efectivo, incluyendo Alemania, cuyos consumidores creen que ese medio les permite tener un mejor control sobre sus gastos.
Allí, el 75 por ciento de los pagos se realizan con dinero, mientras en Italia la cifra sube a 83 por ciento.
Incluso en Estados Unidos la tendencia está en abandonar la moneda constante y sonante.
Ya varios de los 48 locales de la cadena de restaurantes Sweetgreen dejaron de aceptar efectivo, incluyendo la sede en Wall Street. La práctica de los ejecutivos jóvenes está en emplear los teléfonos inteligentes para pagar mediante Apple Pay.
Pero por el momento, hay que esperar y observar el desarrollo de las finanzas mundiales para, impulsadas por el adelanto y las nuevas tendencias, tener una mirada diferente hacia los billetes y las monedas.

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